sábado, 15 de septiembre de 2012

RELATOS PARA CUATRO GATOS - III (Antonio Envid)

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AEM
 


 “…y un gato de porcelana pa´ que no maúlle el amor….” Canturreando el viejo tango vino a mi mesa, donde yo maldecía un triste cortado (café descafeinado, leche desnatada, sacarina), más falso que un eccehomo borjano firmado por Bacón. “¡Qué solo está! Le voy a hacer compañía”. Exclama. Se sienta frente a mí sin esperar mi autorización, como siempre, mientras, le ofrezco un cigarrillo. “Estas pequeñas localidades encierran más secretos de los que uno pudiera pensar. Tal como los ve, tranquilos, saludándose con amplias sonrisas, preguntándose por la salud de los suyos. Eso es por el día. Por la noche, aquí, se levantan las pasiones. Se ve gente de ambos sexos y de todas las edades deslizarse sigilosos por los tejados, por fachadas y puertas traseras. Son como sombras, invisibles y etéreos. Cada uno abandona su dormitorio para acabar en las habitaciones íntimas de los más insospechados vecinos y vecinas. Los menos hipócritas se pierden por el puticlub de la carretera. Ahora, tan pronto como comienza a rayar el alba, como en los viejos cuentos de brujas y demonios, cada cual aterriza en su lecho con rostro beatífico, como si no hubieran pasado del primer sueño. Al día siguiente, nada, nadie ha visto nada, todos han estado roncando en su cama como osos. Créame, aunque le parezca imposible, vista la ciudad ahora con aire tan provinciano, esto por la noche es Sodoma y Gomorra todo junto”. Descansó un momento para pedirle al camarero su “matarratas”, combinado de vermú y ron que no figura en ningún tratado de coctelería.



“¿Sabe la última?, pues, ayer, en plena sesión municipal, la ilustrísima señora alcaldesa constitucional de este pueblo se planta en medio de la sala empuñando el bastón de mando y con rara habilidad, tirándolo al estilo pastor, por debajo de la pierna, lo lanza hacia el concejal jefe de la oposición, que si no se agacha le hace un roto en la testa que se le sale la poca sesera que tiene, y lo deja clavado en el sillón presidencial. Haciendo un corte de mangas a los presentes se despidió con un “que os den…, corro a la llamada el amor”, y desde entonces no se sabe nada de ella. Curiosamente, el jefe de la policía local, un mocetón atlético y bien parecido, también ha desaparecido, nadie da cuenta de su paradero, ¡qué coincidencia! El marido de la señora alcaldesa está ahora recibiendo los parabienes de deudos y amigos y manifestando su sorpresa por la acción de su señora. Que no sospechaba nada, asegura, cuando era sabida por todo el pueblo la pasión amorosa de la señora alcaldesa por el apuesto jefe de policía, incluso anduvo por la red un vídeo algo escabrosillo. En fin, que para corresponder a tantas felicitaciones, el recién enterado marido ha invitado a todos a vermú y viene hacia aquí, de modo que podrá usted saludarlo personalmente”. Llegado a este punto, como siempre, quedó mudo como si se le hubiera cortado la fuente de energía que le daba fuerzas para hablar.



Antonio Envid

 
 

3 comentarios:

  1. Don Antonio...
    Seria gato ? Cuanto sabe de la vida nocturna?
    Cuanto sabe de mentiras (y no importa de disfrazar los personajes con prenda de politicos !)...Us, nosotros,ellas,todos estamos,co...(aqui cada uno completara)...
    Bernardo

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  2. para ayudar...es el juego de pasar palabra...
    Correcto,
    Cor...
    Cojo...

    Disculpen : es que soy jueton
    (y si solo me divierte, me quedo con eso)
    Bernardo

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  3. Para su conocimiento don Bernardo: apareció hace poco en la red un vídeo erótico de una concejala, Olvido Hormigos, de un pueblecito llamado Los Yébenes. Parece que el vídeo iba dirigido a un joven jugador de futbol con el que mantenía una ardiente relación. Por supuesto, el marido de la concejala era ignorante de esta relación.

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