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¿Saben… saben qué
dice que pensaba Candidato Alfredo la
semana pasada camino de un mitin en Bilbao? Tal que esto:
“¡Hay que ver, qué pronto se acostumbra uno a la paz!”. Eso, eso dijo. Y se quedó más ancho que largo.
En fin, estamos hartos de oírlo: buscar la paz es reconocer que España lleva en guerra cincuenta años con cuatro pistolerillos de mierda. Claro que para no conseguir reducirlos habremos de reconocer, también, que nos han venido gobernando otros tantos politiquillos de similar catadura. Pero bueno, ahora ya ha terminado. Según Candidato, finito, caput: que sí, hombre, que ha llegado, lo que pasa es que no os enteráis, como se acustumbra uno tan pronto a ella...
Ahora la pregunta inmediata: y entonces, si ha llegado la paz, ¿quién coño ha ganado la guerra? Joder, pues miren: si no hay más que mirar al Ayuntamiento de San Sebastián y la Diputación Provincial de Guipúzcoa
y al montón de municipios vascos... Quién la va a ganar más que ellos, los pistolerillos, de haber habido alguna guerra y haberse conseguido alguna paz, la han ganado los cuatro pistolerillos (sí ya sé que matan, también un mono con una pistola mata).
Pero a poco que uno piense la paz de verdad no
existe. Es una entelequia. Después de una guerra sólo hay
derrota para unos y victoria para otros. ¿Recuerdan esa escena de Las bicicletas son para el verano (Fernando Fernán Gómez, 1984)?
LUIS: Hay que ver… con
lo contenta que estaba mamá porque había llegado la paz…
DON LUIS: Pero no ha
llegado la paz, Luisito: ha llegado la Victoria … y sólo Dios sabe cuándo habrá
otro verano.
Bueno, pues eso: ahí estamos.
Emulando a Macbeth, España ha quedado como un
erial gobernado por un idiota, sembrado de ruido y furia sin ningún
significado. Ahora llega Candidato
Alfredo para salvarnos porque resulta que tenía debajo de la manga un as y nadie lo sabía. ¡Dios mío, qué suerte que aparezca de repente este mesías!, ¿dónde coño se había ocultado hasta hoy? "Yo sé cómo solucionar el paro", profeta Candidato dixit. Bueno, el as, as... es que el as se lo
guardaba para “su” momento, este momento
en que ya es tarde para todos, hasta para él, el muy imbécil, que tiene que recurrir a payasadas absurdas como estas y aun a negarle el saludo a quien hasta ayer mismo le daba de comer. Claro que ahora toca, ahora toca despellejar "al único culpable". Atajo de gentuza sin principios ni escrúpulos, que no se respetan ni entre ellos. Eso es lo que son, eso es lo que ha demostrado ser esta izquierda corrupta y enmerdada: que no conocen ni la ley del hampa, que ni siquiera entre ellos rige un mínimo código de honor, ese que hasta los Prizzi respetaban. A este paso, si ellos mismos no lo remedian, el día menos pensado lo menos tenemos que salvar a ZP -un ZP que no tenga dónde caerse muerto- del linchamiento que "los suyos" hace ya un tiempo le están infligiendo.
Por cierto, ¿se han
fijado cómo dan ahora los mítines estos politicastros, especialmente los de izquierdas? Al más puro
estilo populista del peor dictadorzuelo bananero. Pero
aún han ido más lejos, copiando como siempre las técnicas de la Iglesia –que aunque
sea lo que más odian, saben que no hay otra institución en la historia que haya
superado los dos mil años- copiando esas mismas técnicas, digo, ahora dan
mítines a lo Escrivá de Balaguer (don/san José María). Claro que lo del santo
era de una estética, una formación y una mentalidad se supone/ía superada… Pero estos anticlerica/listas radicales se fijan mucho en los detalles: si los curas dan
sermones, nosotros soflamas; si la Iglesia obliga a la misa de los domingos, nosotros al mitin semanal; si los católicos hacen examen de conciencia, nosotros
autocrítica… En fin... Y luego las formas: la puesta en escena... Las imágenes cantan: Candidato y Monseñor. Monseñor y Candidato...
En fin. Monseñor... También entonces teníamos
paz. También a aquello se le llamaba paz. La
paz. La victoria. La derrota…
Ya digo, un erial, un absurdo
erial nos ha dejado esta cuadrilla de ineptos igualándonos a todos en la
pobreza y la miseria. A todos. Todos iguales. Todos menos…
ellos, claro. (Y ellas, y ellas).
Truhán
Desde mi barricada
06/09/2011
Me parece un buen artículo, pero he de señalar una precisión: no es San José María, sino San Josemaría, lo primero supondría ser un vulgar santo del montón, patrono de cualquier pueblo,de culto populachero, con dance, tortas y vino rancio.
ResponderEliminarLa semblanza entre san Josemaría y Rubalcaba me parecen muy acertada precisamente por esto. Por mucho que se esfuerce el candidato, no llegará nunca a ser un líder de los "descamisados", un Chaves o un Perón (gracias a Dios)le falta raza.
Como dice en el vídeo es simplemente "un listo", lo suyo no son los mítines y la luz del día, desmerece mucho, lo suyo son las covachuelas y las sombras.
Rajoy debería de explotar más su aire de sinceridad y honradez (que no afirmo que lo sea o no, digo, el aire)
Antonio
La columna es, en efecto, buena. Pero no hay error alguno porque el nombre de la persona era José María (José María Julián Mariano Escrivá de Balaguer y Albás). Y el Sr. Gotor se está refiriendo al santo y a la persona a un tiempo. Dada, además, su condición de agnóstico confesada en este mismo blog está claro que, al menos, él da prioridad a la persona que al Santo, lo que -además- también parece deducirse del propio texto: don/san.
ResponderEliminarSiempre es bueno corregir, pero el rigor hay que exigírselo primero a uno mismo.
Hombre, Anónimo, tampoco es para tanto. No me cabe ninguna duda de que el Sr. Envid hace sus críticas siempre constructivas y, por supuesto, con la mejor intención.
ResponderEliminarSaludos.