viernes, 30 de abril de 2010

LOS ABUELOS SON (José Antonio Vizárraga)

Los abuelos son la hostia. Al abuelo de una amiga mía lo enterraron con sus dos mujeres. Sacaron el ataúd y lo dejaron en la hierba. Destrozaron luego la madera y volvieron a meterlo en el nicho. Las mujeres se las pusieron encima. Sin preguntarle nada. Sin desnudarlas ni retirarle a él sus ropas, o lo que quedaba de ellas. El cabello rubio de una le cayó sobre la mejilla, al abuelo de mi amiga, y nadie le preguntó si le molestaban o no los aromas de aquel recuerdo. Dice mi amiga que su abuelo hubiera preferido el cabello de la otra. Pero lo dice porque no puede verlo ahora y lo que sabe le viene de lo que vio de pequeña. Y le dices tú que los abuelos que van por la calle con sombreros cubanos de paja y se embarcan en mercantes de lejanos mares y escriben cartas breves con tintas distintas tienen la suerte de contar con la misma sonrisa, cualquiera que sea el olor del pelo que les caiga sobre la cara. Y le dices: “Hazme caso”. Y te dice ella que lo peor de su abuelo, que era alto y la miraba de reojo, fue que se murió un día de repente y sin avisar. Y se queda entonces sin mirar a nada. Y se le ponen los ojos con agua, y cuando te mira tiene la pupila abierta, profunda y transparente. Como un tobogán, como un túnel. Y tienes que bajar la vista y respirar, y tienes que oler el olor de las grandes cerezas rojas colgadas de aquel almendro, mientras dura el silencio. Es pequeña mi amiga y me da ternura y mucho calor y cariño cuando me pide en los bares que le cuelgue el abrigo en las perchas. Me dice: “Anda, que se me ríen”. Y la ves luego que se queda con el bolso y que se estira la blusa, y le ves el corazón abierto y lees en él que el minuto próximo es para ella. Y vas y le dices: “Son la hostia los abuelos”, y esperas. Y ella bebe un sorbo y te dice: “Algunas cosas sólo se pueden contar a veces”. Y vas tú y piensas entonces en lo tuyo, en el mañana y en los propósitos de ayer, en la despedida, y antes de que revienten las nubes de la noche, vas y le dices: “¿Y quién fue el cabrón que dijo que a tu abuelo lo enterraran así?”. Y cuando confías en que conteste, va ella y agarra el vaso y bebe y se calla. “El”, dice. “Fue él quién lo dijo”. Y vas tú entonces y te dices a ti mismo: “Y el mío ¿qué?”. Y piensas en eso porque lo tuyo propio te arrastra y te conduce entre la música y el humo y te acerca la fantasía de lo que pudo ser. Las palabras de tu amiga han excitado la emoción que buscabas y quieres cambiar de vía, pero las agujas se han oxidado y tienes que aguantar la explosión y manejar la siguiente frase para que su sonido pregone lo que tratas de fingir. Y dices: “Mi abuelo se llamaba Tomás y me llevaba con él a la bodega a buscar el vino como si fuera oro”. Eso dices. Y guardas luego el silencio debido y, más tarde, la miras. Y como sigue sin decir nada, añades tú: “¿En qué piensas?”. “¿Quieres bailar?” dice ella. Y eres entonces tú el que coges el vaso y la sigues, y cuando estás bailando le cuentas lo del silencio aquel de la plaza, cuando sacaron a tu abuelo de la iglesia y fuiste corriendo a poner el hombro en la esquina del ataúd hasta el cementerio. Y ya no sabes parar, ni lo recuerdas luego. Y cuando en la cama te apartas para echarte boca arriba al terminar, o se aparta ella, miras al techo y te dices: “Joder, los abuelos son la hostia”.

jueves, 29 de abril de 2010

Cogida de José Tomás en Aguascalientes (Antonio Envid)

Se paró el reloj
Se pararon todos los relojes,
estallando sus esferas,
de todas las plazas.

Las clepsidras silenciaron
su cristalino cantar.
Las áncoras, el tiempo ya no taladran.

Ángeles mexicanos
quedan en el aire posados
con las alas extendidas,
El contraluz tornasola,
sus puntillas y bordados.

Mientras en la plaza
Un hombre sólo
Un hombre y un toro, solos.
Y el aire que se está adensando
En las gargantas se paraliza el grito,
mientras la fiesta cesa en las gradas

Un perfil
Con gestos lentos de acuario
Traza un natural
---------------estatuario

¡Cuidado Tomás, que te mira la muerte!
¡Tomás, la muerte te está mirando!
Deja que mire, Manuel, yo soy quien la ha invitado.

Una torpe embestida,
un golpe mostrenco
desbarata
la sutil caligrafía que la muleta traza.

Es un río de sangre,
la vida que se desborda,
chorros de vida que riegan,
sedienta de sangre, la plaza.

Un revuelo de ángeles
Una estridencia de metálicas alas
Quieren cortar la hemorragia.

Mira a la muerte Tomás,
despliega ante ella tu capa
y la muerte doblegará
la cerviz ante tu gracia.

miércoles, 28 de abril de 2010

Algo espontáneo (Fabiola A.M.)


Dile algo, lo primero que se te ocurra.
Estoy en blanco.
Estoy en blanco... ¡Píntame!
Tenemos que pensarlo para que sea espontáneo.
¿Qué significa tantáneo?
¡Espontáneo!
Eso, espontáneo.
¿Qué significa espontáneo?
¿Sabes cuando has dado a algo tantas vueltas que al final se marea?

Pues eso no es. ¿Sabes cuando has dado a algo tantas vueltas que al final se te escapa en un momento inoportuno, sale solo, piensas en alto y....
¡Y te pones rojo!
Exacto. Y dejas de estar en blanco. Espontáneo. Lo que yo decía....

EN LA TRASNOCHADA 18 (María Jesús Mayoral Roche)

Villamayor de Gállego, 26 de abril de 2010

En la trasnochada los libros me siguen mirando y Elena anónima ha dejado un comentario en el blog rememorando nuestra época madrileña: las horas Renfe y las presentaciones de libros con canapé incluido.

Echando un cigarro en la Cacharrería del Ateneo nos llegó la onda de que Umbral estaba en la Fnac. La tarde estaba echada: a la Fnac. El Jose y yo nos pusimos en posición de atentos, fisgándolo todo. Entró Umbral cubalibre en mano con su bufanda roja a modo de estola literaria. La cita se debía a que un columnista (creo recordar que era de El País) amigo suyo le había dedicado una biografía. El escritor se sentía a gusto, era un ambiente joven y distendido; nada que ver con aquella presentación encorsetada de la Colección Espejo de España. Además, su biógrafo conocía toda su obra y no dudó en obsequiarle adulaciones y parabienes subrayados: de Umbral se lo había leído todo y se lo sabía todo. Umbral se regodeaba al oír las palabras de su biógrafo y esbozaba su clásico cinismo en forma de sonrisa.

Los allí congregados escuchábamos con interés las explicaciones de aquel biógrafo que se estaba sirviendo de Umbral para promocionarse, para lanzarse al mundo editorial. Y Umbral, vanidoso por naturaleza, se dejaba querer. A falta de alguna querencia que otra, de alguna carencia y una amargura inolvidable, Umbral practicaba la vanidad sana: de sobra eran conocidos los malos tiempos del escritor hasta ocupar un puesto en el panorama literario. Al escritor no le importaba ser utilizado para dar a conocer su obra, así como tampoco le importó apadrinar, en más de una ocasión, a jóvenes promesas porque a su vez él también había sido apadrinado por escritores de la talla como Miguel Delibes.

A lo que iba, que ya me he pasado de línea. Escuchábamos con interés las historias del biógrafo; pero estábamos deseando que le tocara el turno a Umbral. Cuando le cedieron la palabra soltó lo que bien le pareció, le pegó dos o tres serruchazos a su biógrafo dándole a entender que no se chupaba el dedo y que las adulaciones brindadas eran más que merecidas. El biógrafo se reía poniendo cara de haba. Así era Umbral y todos nos reíamos. Cuando terminó de decir lo que le pareció de aquel libro, añadió:

- Yo me considero un inventor de palabras y ahora voy leer una hoja con unas cuántas definiciones de esas que hago que yo: fornifollar, la derechona, aznarín …

La sala estalló en risas y él, serio que serio, seguía dando definiciones sin ahorrarse calificativos. Caldeado el ambiente empezó con el turno de refranes y dichos de su cosecha, pondré un ejemplo de los que recuerdo: hombre refranero, maricón o pilonero. Estábamos en presencia del Umbral en su estado más puro.

A la salida de la presentación nos fuimos a echar una caña. Los comentarios fueron unánimes. ¡Que diferencia del Umbral lírico (Hotel Palace) al Umbral inventor de palabras (Fnac)! ¡Qué cambio de registros! El contexto y el público cambiaban y Umbral daba al público lo que necesitaba oír.

A Umbral le negaron un sillón en la Academia porque los expertos y puristas alegaban que no daba la talla. Y ahora… ¿Quién da la talla?






Fotografía: Francisco Umbral deleitándose 
con la novela de María Jesús Mayoral Alfonso I. El Rey Batallador
(Archivo "Barricada")

martes, 27 de abril de 2010

REFLEXIONES DESDE MI CAMISA DE FUERZA: ODA AL CIRCULO por Javi

Círculo.
El todo y la nada, el disco solar, aureola de santidad, aréola nutricia, ojo y esfínter.
Círculo.
Alianza de enamorados, vicioso y de amistades, cero de zote “o” que propone.
Círculo.
Ciclo que se cierra, ciencia que se abre, deambular inútil, pensamiento estéril.
Círculo.
Cuerpo Eucarístico, aro de juegos, pozo sombrío, luna y lunar.
Círculo.
Sombra de esfera, asombro labial, perfección geométrica, filigrana de canuto.
Mágico y obsesionante.
Círculo.

Javi

JAVI

Javi

CRÓNICA MONTARAZ (Por azulenca)

Ha sido una semana volcánica: volcán-Gürtel-Garzón. El Telediario ha estado abriendo la mayor parte de la semana con las imágenes espectaculares de ese volcán islandés impronunciable, el noticiario por unos días se convirtió en un precioso documental de esos del National Geographic. Ha sido tanta la erupción, las cenizas y la emanación de gases que ha desaparecido la crisis, el paro y hasta Zapatero; del Telediario, quería decir. Pero para tapar las ausencias ahí estaba al quite La bien pagá, nuestra Leire Pajín. Todo un portento a la hora de dar patadas a la conjugación verbal, soltando por su boca un “contradecido” de los que hacen época. Cuando la veo en acción siempre me hago la misma pregunta: ¿A qué colegio habrá ido esta chica? Salta a la vista que es la clásica víctima de los últimos planes de educación. Pero ella no se amilana, vestida de hortera verde billar y naranja compareció ante las cámaras para defender a su partido con esa demagogia barata que tan bien se le da. Ha sido una semana movida para la Pajín, también se desayunó hablando en la uno de televisión. Esta vez apareció mejor peinada y más expandida, está tan voluminosa que hasta los ojos se le rasgan más: ahora parece una hucha.

Bárcenas ha dejado la política. El presidente de Cantabria, de soltera Santander – como decía Cela -, ese que va en taxi a La Moncloa y regala anchoas institucionales al Presidente del Gobierno, también ha querido poner su granito de arena. Dice que se siente agraviado por la conducta del extesorero porque encabezaba la lista por Cantabria. ¡Qué sensibilidad la del Revilla!

Me maravillo de lo que le crece a Bono el pelo… y la renta. Cada semana le llueve un apartamento, un ático o un apartamento. Cada hijo con su piso o con su apartamento: han debido nacerle todos con un piso bajo el brazo. Bono no tiene un pelo de tonto, por eso se implanta más.

Hemos presenciado una actuación estelar, el regreso de los tres tenores: Aznar, Rato y Rajoy. No sé cómo interpretar este reencuentro, tampoco sé lo que nos deparará el futuro después de una cita así.

Ha sido una semana luctuosa para el deporte español, ha muerto Juan Antonio Samaranch. La prensa seria se ha hecho eco de la presencia real en el funeral de nuestro hombre más olímpico, comparándola con la notoria ausencia en otro funeral no muy lejano en el tiempo, el de Miguel Delibes. Leer cosas serias no está de moda y pensar tampoco se lleva.

En breve va a desaparecer el paro. Zp ha tenido una solución on line: borrar las filas del paro. El Misterio de Trabajo, con el fin de facilitar las gestiones y el cobro del paro, ha dado una solución on line y quienes lo deseen podrán hacer los trámites por Internet. De ahora en adelante se acabaron las filas “paraos”. Los socialistas deben de estar hartos de ver las filas del paro en televisión y con ese ingenio que les caracteriza han dado una espléndida solución.

¿Y en nuestro Aragón qué? Pues están dragando el Ebro para que los barquitos funcionen. Un gran negocio el de los barquitos, no sabemos para quién… Otra noticia que no sale en la prensa aragonesa es la persecución al contribuyente en todas las facetas: multas, reapertura de expedientes que todavía no han prescrito, impuestos… Hay que recaudar.

Por esta vez voy a pasar por alto el tema Garzón, tan sólo añadir, que esto de ser progres y laicos sin principios ni cultura nos hace más libres pero más idiotas. Me estoy refiriendo exclusivamente a los que se consideran progres y laicos, el resto sólo somos retrógrados con sentido común.

Tal y como están las cosas lo mejor es echarse al monte, es bueno para la mente y para el cuerpo: se respira mejor. Falta nos hace que se nos oxigene el cerebro, de lo contrario acabaremos todos como el volcán islandés.


Azulenca

domingo, 25 de abril de 2010

Los pétalos negros (Vladimira Pund)


Vuelven los pétalos negros
a desprenderse de las flores de la vida
y a confundirse con la oscuridad del tiempo.


Haré un ramo con miedos, angustias y dolores
y otro sólo con temores.
Sólo para comprobar que el presente, aunque sea oscuro,
es el regalo más bello de la Vida.


23 de abril de 2010


Vladimira Pund
sin título
(de "Balconcillos")



viernes, 23 de abril de 2010

FABIOLA A.M.



MIGUEL HERNÁNDEZ Y SERRAT, DOS ALMAS SIN FRONTERAS (Servando Gotor)


Cuando en el setenta y tres oíamos en la voz de Serrat aquellos hermosos versos de Miguel Hernández sobre un vientre fuera del cual todo era futuro fugaz, pasado, baldío y turbio, con medido acompañamiento orquestal (qué arreglos y dirección musical de Francisco Burrull y cuánta música culta detrás) uno intuía, sólo intuía, que se refería al calor del vientre materno, porque aunque peritos en lunas bastante teníamos con la transparencia de Bécquer o Azorín. Quizá por eso, haciendo más caso a mi púber fiebre que a una curiosa intuición, a mí no se me quitaba de la cabeza el terso vientre (ay, sólo imaginado) de mi núbil y entonces etéreo amor.

Cuatro años antes, en el sesenta y ocho, se había montado la del La-la-la y Eurovisión, primer gesto catalano-económico de Jordi Pujol, artífice –hoy se sabe- de aquella treta, más económica que política: detrás, la discográfica de la “Nova cançó” (Edigsa) propiedad de Banca Catalana, a la sazón presidida por él: no querían libertad -luego se ha visto-, sólo dinero y poder. El joven Serrat, por muy genio que fuera, en lo último que pensaba era en los dineros del Pujol o en el catalanismo exacerbado -no hay más que verlo y oírlo en los vídeos de la época-; de hecho grabó la canción en español y se destapó al año siguiente (el sesenta y nueve) con un álbum sobre Machado,  poeta castellano y español por antonomasia. Y enseguida, en el setenta, se marcó el mejor LP editado en España hasta entonces y, sin duda, su mejor obra: Mediterráneo, que incluía un canto a don Quijote, “caballero del honor”, de León Felipe.

Sin embargo… Sin embargo Serrat, ya nunca dejaría de sorprendernos. Mediterráneo jamás sería superado, cierto, pero en pleno fervor de aquel éxito puso música a Miguel Hernández y el disco se conserva hoy mucho mejor que Mediterráneo. Mediterráneo es la obra del genio cantautor. Miguel Hernández, además, la de un equipo de profesionales de primerísima fila: mucha y buena música. Pero, además, gesto rebelde. Sí, rebelde. Porque el creador se crece ante la adversidad tanto como se aplatana bajo el poder. Miguel Hernández suena como si se hubiera grabado hoy mismo. Mediterráneo suena bien, sí, pero en sepia.

Ahora, el noi del Poble-sec vuelve a sorprendernos con nuevos poemas de Miguel Hernández. Bien. Pero la grabación, con ser buena, carece del desparpajo de la adversidad que tenían aquellos versos del setenta y dos. La de hoy nace bajo el arco (¿arco?), bajo la sombra del poder. Los versos del setenta y dos, en contra. La actual con más medios, la antigua con más talento.

Miguel Hernández, el poeta, fue grande, como lo es Serrat cuando hablando de su pueblo habla del mundo, o sea, cuando el poema suena esencial y, por tanto, universal. Ahora, Serrat, presenta la nueva grabación proclamando la intemporalidad del poeta. Y, en efecto, ahí está el arte: en lo intemporal, en lo universal, en las “almas sin fronteras” (como reza el poema/canción “Uno de aquellos”).

Miguel Hernández era un genio. Serrat, también. A los dos se les pueden perdonar ciertas tonterías. Menos, a un Serrat triunfador, maduro y millonario, que no las necesita. Queda muy poco de la gran lírica del cantante en estos versos (también menores en su mayoría) de Miguel Hernández. Tan poco que se olvidará como se ha olvidado la segunda parte de Mediterráneo (Pleny al mar, ¿les suena?). Sobran comerciales coros y ecos caribeños así como explícitas referencias al Juan Luis Guerra de los ochenta. Porque, sin desdeñar al dominicano, Serrat debe ser Serrat.

En todo caso un trabajo muy por encima de la vergonzante media (iba a decir mier…) que inunda el mercado. Disfrútenlo… con permiso de la SGAE y de Teddy Bautista, listo como Pujol.


(El Comarcal del Jiloca, 16/04/10)

miércoles, 21 de abril de 2010

... y no hubo nada. (Mª Carmen F.P.)


En aquella época no sé qué pintábamos en el pueblo el Marianin de la tía Primi y yo; hacía buen tiempo pero todavía no era verano; deberíamos de ser muy pequeños porque no íbamos a la escuela.

Un día llegó al pueblo un hombre que rifaba una imagen de la Virgen del Rosario; daba tiras de números a cambio de patatas. Yo quería entrar en la rifa, de modo que fui, se lo dije a la tía María y me dijo que no. Esperé un rato hasta que entró en la cocina y subí al granero con la astucia silenciosa de la gata al acecho de un ratón. Teníamos allí una montaña de patatas del huerto. Cogí tantas como me cabían en el halda. La tía me sorprendió al salir de casa, emprendimos una carrera a modo de huída y persecución; yo con mis patatas en el regazo del vestido, la tía gritando desesperada. Le sacaba ventaja en aquella carrera olímpica, aunque no era necesario tanto esfuerzo porque la tía María se paró en seco cuando yo alcancé el Callizo (entonces no reparé en el motivo).

Toda ufana, le di las patatas al señor y me dio los números. Había un montón de mujeres alrededor del rifador, el Marianín y yo. ¡Y me tocó la imagen! Es imposible describir la emoción del Marianín cuando volvíamos a casa, yo con la Virgen del Rosario en los brazos, callada, y Marianín dando saltos de alegría y gritando con toda la fuerza de sus pulmones: "¡¡¡A la "Pelos", le ha tocado a la "Pelos", le ha tocado a la "Pelos"...!!!

Llegamos a casa, le di la imagen a la tía, la guardó y no hubo nada.

Mª Carmen F.P. 

_________
PD1: En el pueblo me llamaban la "Pelos".
PD2: Pocos años antes en aquel mismo Callizo habían asesinado vilmente al tío Arsenio, hermano de mamá y la tía María.

EN LA TRASNOCHADA 17 (María Jesús Mayoral Roche)


Villamayor de Gállego, 20 de abril de 2010

En esta trasnochada los libros me miran y cuando esto ocurre lo mejor es recordar alguno. Los que me conocen bien no asimilan que defienda a Francisco Umbral; pero tiene su historia. Siendo adolescente cayó en mis manos Iba yo a comprar el pan (1976), un libro que recopilaba los mejores artículos de Umbral publicados en El País. A continuación os extraigo algunos de sus párrafos, siempre geniales.

El puño el alto

A don Enrique Tierno Galván le he visto el otro día levantar el puño blandamente, casi sin cerrarlo, y dijo que el puño en alto ya no es una amenaza, sino un saludo, una manera de diferenciarse del saludo fascista con la mano abierta. A Tierno Galván le va debiendo la política española no sólo la relajación de los ánimos, sino incluso la relajación de puños […]
[…]Los gestos significan porque la historia los cargó de significado, como pistolas […]

Nadiuska

Iba yo a comprar el pan y me encontré a Amilibia:
- Que me ha dicho Nadiuska que Adolfo Suárez y tú sois los más machos del país […]
El elogio de la bella europea oriental, que primero me ha llenado de orgullo y lujuria masculina, luego me ha dado que pensar. ¿Y qué es lo que tenemos en común el señor Suárez y yo? [...]
[…]Lo que a Nadiuska le gusta de mí es lo que le gusta del presidente: el flecha que llevamos en el alma.

El pasodoble de Fraga

[...] Ahora mismo, como seguimos retrasando la democracia, pues comienza otra vez el folklore. Un señor de Valencia le ha hecho un pasodoble a Fraga. En España sólo han merecido pasodoble los toreros y los bandidos generosos. Pero ahora caemos en la cuenta de que también debieran tener pasodoble los políticos de cartel. Fraga Iribarne, innovador en tantas cosas –ay-, ha sido el primero en tenerlo.
Lo ha dicho don Ricardo de la Cierva en este mismo periódico:
-Fraga es incombustible.
Bueno, pues además de incombustible, ahora Fraga es bailable[…]


Aquel Umbral con la barra de pan bajo el brazo, parapetado tras los gruesos cristales de sus gafas, con aquel estilo que no era ni dandi ni bohemio sino particular; se presentó comiendo pan en la única televisión que teníamos, diciendo lo que le venía en gana. En aquella época (1976), Umbral era para mí el Quevedo del siglo XX, otro Valle-Inclán. Cada uno es como es y yo nunca me olvido de la gente que he aprendido, que me ha enseñado. Y Umbral, injustamente valorado, nos ha dejado mucho: desde diccionarios de cheli a inventor de palabras hasta una lírica maravillosa y columnas inolvidables.

En mis tiempos madrileños tuve ocasión de conocerlo. En el Museo Thyssen se había congregado lo más granado del panorama literario del 96 celebrando el XX aniversario de El País; desde José Luis Sanpedro a Carmen Posadas pasando por Aro Tecglen. En un discreto rincón estaba Umbral cubata en mano acompañado de España, su mujer. Milagros, mi amiga de correrías literarias, se empeñó en hablar con él. Nos seguía Carmiña -una gallega reseñada en la enciclopedia de su tierra- que se quejaba del canapé de morcilla: no le parecía fino servir morcilla en una fiesta así. Yo acababa de escribir el revulsivo relato de El bobo de los bolones y Milagros, que se lo había leído de un tirón, quería dárselo a Umbral para que lo valorase. Pero aquel era un muy mal día para Umbral, se fallaba el Cervantes y sabía que no iba a ser para él. Milagros tiró de mi brazo y se presentó ante el escritor, que como siempre se mostraba soberbio y vanidoso. Yo estaba emocionada: conocer a Umbral. Milagros se presentó:

- Soy periodista y me gustaría darle el manuscrito que ha escrito mi amiga. Nos interesaría saber su opinión.

Al comprobar que no lo reclamaban para una entrevista personal, sino para una petición tediosa; él salió de su vanidad y se nos quitó de encima contestando.

- Bastante hago con que me publiquen a mí.

Haro Tecglen apareció y se dieron de abrazos entre halagos y adulaciones invitándose a cenar. En esas se unió al dúo un Mújica quejoso por haberse metido con él en algún artículo. Umbral se reía. Nosotras nos quedamos hablando con su mujer. El mundo es un pañuelo y Milagros había coincidido con ella en el Congreso durante la Transición; España, con ese nombre tan patriótico, había sido fotógrafa. Amable de natural como era esta mujer, me dijo:

- Has cogido a Paco mal. Apunta el número de teléfono de casa y lo llamas. La mejor hora para hablar con él es a partir de las tres, escribe de mañana. Te atenderá.

Le di las gracias. En aquel instante se oyó la voz tronante de Umbral:

- ¡España, vámonos!

- Se ha empeñado en ir a cenar y no he cogido dinero –nos comentó.

- Basta con llevar plástico –le contesté.

- Tampoco llevo, en esto bolso tan pequeño nunca llevo nada –se despidió.

Milagros levantó la palma y dijo en plan de coña: ¡España vámonos, arriba España! Nunca llamé a Umbral, ¿quién era yo para llamar a Umbral? Me conformé con aquel encuentro que mis amigas calificaron de grosero y que a mí me pareció sincero. La verdad nunca debería doler. Años después, parece ser, Umbral tuvo problemas para publicar: no vendía los miles de ejemplares deseados por la editorial.

Un compañero de trabajo y yo, ambos admiradores de Umbral, lo seguíamos a todas partes: donde iba Umbral allí estábamos nosotros. Nos colamos en el Palace para asistir a la presentación de uno de sus libros; pero él no estaba sólo ni cómodo en aquella ocasión, iba de telonero. La editorial manda. De sobra era conocida la pasión de Lara padre por la España de Franco y la Guerra Civil Española y para rememorar de nuevo tan triste historia, se valió de su colección “Espejo de España”. Abrió la sesión un joven que había escrito una biografía sobre Serrano Suñer, el cuñadísimo allí presente, tan momificado que lo tuvieron que entrar en parihuelas. Luego le tocó el turno a César Vidal. A éste, yo creo que Umbral se la tenía jurada. Terminada la exposición de ideas y profusas palabras de Vidal, Umbral tomó la palabra para hablar de su libro, Los cuadernos de Luis Vives. Como no se sentía cómodo arremetió así:

- Antes de entrar aquí, tomando un cubalibre en la barra, le he preguntado a César Vidal cuál ha sido su visión sobre la Guerra Civil Española. Él me ha contestado que ha procurado ser imparcial. ¡No se puede ser imparcial con la Guerra Civil Española! ¡Dejemos a los hispanistas ingleses que sean imparciales con la Guerra Civil Española! Los españoles no podemos ni debemos ser imparciales con la Guerra Civil Española, por eso yo he escrito la historia de un desarrapado, la historia de un desgraciado, la historia de Luis Vives. […] Y ahora voy a leer una hoja de esas que escribo yo (leyó el texto). Para terminar, para que no lo tenga que decir el editor, lo digo yo: ahora hay canapés.

La lectura y el lirismo de aquella hoja nos cautivó a los allí presentes. Echado el telón, Umbral recuperó su cubata y elegantísimo -con un chaleco que nos llamó la atención- se puso a hablar con quien le dio la gana. Irrumpieron los del Caiga Quien Caiga e intentaron asaltarle pillándolo con un pincho de tortilla en la mano. Los miró por encima del hombro dándoles a entender que sólo decían tonterías. Ni que decir tiene que lo sacaron en su programa.

No contento con haber arremetido en aquella presentación contra César Vidal; al día siguiente, valiéndose de su columna en El Mundo, recreó la escena de la tarde anterior. Así era Paco Umbral y yo me reía.

Leyendo sus últimas columnas sentía una pena infinita, era cuando la vista comenzaba a jugarle malas pasadas y veía cosas raras, era sabedor de que la muerte le rondaba. Lo recuerdo con la bufanda roja y el cubata en la mano, hablando y riéndose de todos, con el semblante serio cuando tocaba. Y aunque fue controvertida su figura y su obra, creo sinceramente que no se le hizo justicia. Umbral aportó muchísimo a la lengua viva y otros, con nada, han obtenido un sillón en la Academia: el sueño frustrado de Paco Umbral.


lunes, 19 de abril de 2010

Imágenes de Mar

------Mar Fanlo del Ruste

CRONICA CEFALÓPODA (Por Azulenca)


Debo ser una ingenua, yo que creía que de la Falange no quedaban ya ni las uñas y ahora resulta que ha resucitado, que está en plena efervescencia y que persigue al pobre Baltasar, Garzón se entiende. Acusan a la extrema derecha de llevar a Garzón al banquillo. Eso ha dicho Pepiño Blanco. ¿Y dónde está la extrema derecha? ¿Dónde se sienta en el Congreso? ¿Dónde militan? Si me paro pensar en esto de la extrema derecha, supongo que debe de ir por el Partido Popular; en ese caso sólo me cabe decir que el P.P está más para extremaunción que para la extrema derecha. Para rematarla ha dicho Sebastián, el ministro-bombillero y con menos luces, que todavía quedan restos del franquismo. Claro que quedan, otro que no se entera. Los restos del franquismo están en su partido, hijos de falangistas ilustres. Que le pregunten a Bono, a la Atizadora de la Moncloa (Tere Fdez. de la Vega), esto por citar a algunos de los más relevantes. A estas alturas de la vida tengo que oír, que hemos hecho mal la Transición y que estamos pagando sus consecuencias. Los españoles somos unos desgraciados que nos pasamos generaciones pagando consecuencias desde la Guerra de Cuba pasando por la Guerra Civil, continuando con la dictadura y rematando con la Transición.

El pobre Baltasar, Garzón se entiende, desde que se echó a cazador y cometió aquella fechoría cinegética en compañía de un ministro, de Justicia creo, no ha levantado cabeza y sale de una para meterse en otra. El Juez Garzón ha querido ser un hombre polifacético y no ha dudado en desempeñar los mil oficios: cazador, detective, perseguidor, pedigüeño… En lo de pedigüeño no le fue mal con el Botín y el Santander. Pero a quién se le ocurre meterse a excavador, mejor dicho, a desenterrador. En aquella famosa cacería le salió el tiro por la culata y ha ido a parar de pozo a un cenagal. Lo mismo aprovecha la ocasión y se nos echa ahora a pocero. A algunos no les ha ido mal con este oficio y hasta tienen avión privado. El pobre Baltasar en los últimos tiempos está viviendo las peripecias de Mortadelo.

De todas formas el Juez Garzón no está sólo, cuenta con el apoyo de los sindicatos y para ello se han encerrado en la Universidad Complutense. Con esto de la deuda histórica los sindicatos han hecho el agosto y en lugar de apoyar al currante ahora apoyan a los jueces polifacéticos. ¡Genial! Garzón también cuenta con el apoyo de los artistas, esos que no hacen nada y viven de la subvención.

Con la que está cayendo a todas caras, la Vestal de la Moncloa que atiza el fuego (Tere Fdez. de la Vega) se ha pasado la semana llamando a la cordura, a la responsabilidad. Tere está ahora para velar por la llama y por la conciliación. En mi opinión no se trata de cordura ni de responsabilidad; sino de sentido común. Creo sinceramente que la Obra Social de La Caixa haría con nuestros políticos una buena labor y una obra de caridad con los españoles. ¿Han visto ustedes la extraordinaria campaña publicitaria que hace?

Esta semana ha llamado Zp a Rajoy, ¿para hablar de qué? Hablar con Zp debe ser algo así como hablar con un besugo. En cualquier caso fue una conversación surrealista: ni hablaron de la crisis, ni del Gürtel, ni del pacto de Zurbano… Hablaron del problema Griego. ¡Increíble! Deberíamos meter a toda esta cuadrilla en una pulpería, cumplen de sobra las condiciones: cefalópodos.

El miércoles al cine. Cinco minutos de gloria. Una película que no pretende entretener sino más bien hacer pensar. Matar es muy fácil. Cualquier clase de terrorismo aplicado en cualquier lugar del mundo trae las mismas consecuencias.

POEMAS CON HISTORIA (II). GIL DE BIEDMA


Jaime Gil de Biedma tomó sobre sí la tremenda tarea de ser la mala conciencia de la clase acomodada de Barcelona, aquella que fue franquista con Franco y puyolista con Puyol. Lo suyo fue vivir con intensidad y una mirada inteligente, compasiva y necesariamente escéptica sobre el mundo. Dijo: “He sido de izquierdas y es muy probable que siga siéndolo, pero hace algún tiempo que no ejerzo”.

Del poema “Noche triste de octubre. 10959” (“Moralidades”) son estos versos:

Adelantaron
las lluvias, y el Gobierno,
reunido en consejo de ministros,
no se sabe si estudia a estas horas
el subsidio del paro
o el derecho al despido,
o si sencillamente, aislado en un océano,
se limita a esperar que la tormenta pase
y llegue el día, el día en que, por fin,
las cosas dejen de venir mal dadas.

El poema está dedicado a Juan Marsé, precisamente. ¡Qué habría dado yo, por asistir, calladito por supuesto, a aquellas largas veladas entre ambos amigos! Dos poderosos y opuestos polos unidos por la inteligencia. Uno homosexual sin tapujos, desafiante, el otro, fascinado por las mujeres (cómo si no habría podido dibujar esos tremendos personajes femeninos de sus novelas), que exclamó cuando le preguntaron que haría con la dotación del premio Cervantes: “me lo gastaré en mujeres y en vino”. Uno de exquisita educación, viajado, que versificaba en inglés y francés con la misma fluidez que en español; otro, autodidacta, dejó la escuela a los trece años para comenzar a trabajar, y que antes de gozar del éxito su mundo se reducía a la Ronda Guinardó y aledaños de la vieja Barcelona. Uno de familia rica, dueños de Tabacos de Filipinas y de varias financieras, otro, hijo de un taxista. Y sin embargo, amigos íntimos. Juan pasaba las vacaciones en la casa familiar de Jaime, donde comenzó a escribir “Ultimas tardes con Teresa” (“Fue un verano feliz… El último verano de nuestra juventud, dijiste a Juan..”, escribe Jaime en un poema). Qué jugosas conversaciones entre dos colosos de sus respectivos mundos: el de la clase alta barcelonesa y el charnego.

Pero volvamos al poema. Escrito en 1959, pasados más de cincuenta años, podría haber sido escrito hoy y estar fresca su tinta. ¡A quien le duela España, que se tome una aspirina!

………..

siempre se obstina en ser dulce,
en merecer ser vivida
de alguna manera mínima
la vida en nuestro país.

(“En el castillo de Luna” G. de Biedma).


Antonio Envid

miércoles, 14 de abril de 2010

POEMAS CON HISTORIA.- LE COEUR VOLÉ (Antonio Envid Miñana)


Roberto Bolaño en Los detectives salvajes introduce este poema de Rimbaud en boca de Ulises Lima, uno de los personajes:

Mon triste coeur bave à la poupe…
Mon coeur couvert de caporal !
Ils y lancent des jets de soupe.
Mon triste coeur bave à la poupe…
Sous les quolibets de la troupe
Qui pousse un rire général.
Mon triste coeur bave à la poupe,
Con coeur couvert de caporal!

Ithyphalliques et pioupiesques
Leurs insultes l'ont dépravé;
À la vesprée, ils font des fresques
Ithyphalliques et pioupiesques;
Ô flots abracadabrantesques,
Prenez mon cœur, qu'il soit sauvé!
Ithyphalliques et pioupiesques,
Leurs insultes l'ont dépravé.

Quand ils auront tari leurs chiques,
Comment agir, ô cœur volé?
Ce seront des refrains bachiques
Quand ils auront tari leurs chiques!
J'aurai des sursauts stomachiques
Si mon cœur triste est ravalé!
Quand ils auront tari leurs chiques,
Comment agir, ô cœur volé?

Se trata del conocido Le cœur volé de Arthur Rimbaud, que en traducción de Juan Abelira, dice así:

El corazón robado.- Mi corazón babea a popa…/Mi corazón cubierto de tabaco!/sobre él arrojan escupitajos./Mi triste corazón babea a popa…/bajo las burlas de la tropa/que arroja una risotada general/mi triste corazón babea a popa/mi corazón cubierto de tabaco!//Intifálicos y sorchescos/sus insultos lo han depravado/en la velada narran relatos/Intifálicos y sorchescos/Oleajes abracadabantescos/tomad mi corazón, lavadlo/Intifálicos y sorchescos/sus insultos lo han depravado//Cuando sus chicotes hayan cesado/ ¿Cómo actuar, oh corazón robado?/se oirán estribillos báquicos/cuando sus chicotes hayan cesado:/¡tendré sobresaltos estomáquicos/si degradan mi triste corazón!/cuando sus chicotes hayan cesado/¿cómo actuar, oh corazón robado.

Según la novela Bolaño se trata de un texto autobiográfico: el viaje a pie de Rimbaud desde Charleville a Paris para unirse a la Comune, durante el cual se topa con un grupo de soldados borrachos, que se mofan de él y lo violan. Bolaño asegura que algunos de estos soldados, en particular el caporal de mon coeur couvert de caporal, eran veteranos de la guerra de Méjico.

En 1865 se dejó de tener noticias de la columna del coronel Libbrech, que tenía que ocupar Santa Teresa en Sonora y el coronel Eydoux envió un destacamento de treinta hombres para inquirir noticias. Este destacamento, al mando del capitán Laurent y de los tenientes Rouffanche y González, cuando llegó a Villaviciosa, cerca de Santa Teresa, fue hecho prisionero por los mejicanos. Los prisioneros fueron torturados y violados durante todo el día y alanceados al anochecer a la luz de las antorchas, pero el futuro “caporal” del poema de Rimbaud, entonces simple soldado, logró escapar.

El personaje de Bolaño da unos datos tan precisos que uno se inclina a creer que son el resultado de una minuciosa investigación, pero hay un sutil guiño que nos descubre que todo es producto de la desbordada imaginación del novelista. En efecto, traduce caporal por cabo, en contra de la interpretación de traductores como Abeleira que le dan el significado de tabaco, segunda acepción que recoge el Leroux. Cuando Rimbaud escribe el poema, por caporal se conocía una labor popular de tabaco de baja calidad, que podía ocasionar problemas estomacales, sobre todo si se mascaba, mientras que chiques eran trozos de tabaco roscado o trenzado para mascar, aunque algunos aseguran que se llamaban así a los escupitajos de los mascadores de tabaco, a la vez que soupe era un tipo de cigarrillos. De tal modo que el vengativo caporal de Bolaño se nos esfuma como el humo del tabaco de la soldadesca que atentó contra el poeta.

Su biógrafo Enid Starkie dice que Le coeur supplicié se refiere a una experiencia amarga que sufrió el poeta durante los sucesos de 1871 en Paris en el cuartel de la calle Babylone o en algún otro cuartel de soldados o de la guardia nacional, ya que por entonces Rimbaud deambulaba sin dinero ni amigos por Paris y probablemente dormiría algunas noches en cuarteles. Este lamentable hecho, sin determinar de que clase, determinó su vuelta a la casa familiar en Charleville y lo dejó marcado para siempre.

Rimbaud tenía a la sazón dieciséis años y su tez era blanca y sus facciones delicadas, su cabello se adornaba con hermosos bucles de oro rojizo (ver su rostro aniñado entre otros artistas del momento del cuadro Le coin de table (1872) en el museo D´Orsay pintado por Henri Fantin-Latur.

En agosto de 1870 en el curso de la guerra franco-prusiana, las tropas alemanas avanzaban sobre Paris. Rimbaud llega a la capital desde Charleville y es arrestado nada mas llegar por carecer de salvoconducto, tal como lo cuenta a Izambard. Al año siguiente, cundo los prusianos sitian Paris donde ha estallado la revolución, Rimbaud vuelve a esta capital y busca inútilmente sumarse a la revolución, pasó allí unos quince días en condiciones lamentables, sin dinero ni amigos, entonces fue cuando ocurrieron los sucesos que recoge el poema. Este poema, con el primitivo título de Le coeur supplié, fue enviado por el autor a su antiguo profesor y amigo Izambard poco después de este viaje.

Antonio Envid

EN LA TRASNOCHADA 16 (María Jesús Mayoral Roche)


Villamayor de Gállego, 12 de abril de 2010

En la Trasnochada, después de apagar el televisor, cierro los ojos y las imágenes se suceden, una tras otra. La televisión nos bombardea tanto que a veces somos incapaces de reaccionar, nos dejamos arrastrar por esa riada de información más fuerte que nosotros. No deberíamos ponernos ante la TV sin ojos críticos, es más, se necesitan ojos críticos para verla.

Me considero una amante de la estética y la oferta televisiva, en general, no me gusta; cada vez me parecen menos profesionales los que están delante y detrás de las cámaras. Ante la cámara hay que dar la imagen, la talla en todos los sentidos. Se ha puesto de moda salir a la calle cámara al hombro y perseguir a la gente alcachofa (micrófono) en mano; luego manipulan la imagen, las palabras y cuanto pueden. Los periodistas se han convertido en auténticos siervos de quienes dirigen la televisión para la que trabajan. Pero todo es susceptible de empeorar y en esto se llevan la palma los programas en directo; el que va cámara en ristre se regodea en mostrarnos lo menos bello, por decirlo de alguna manera. No pretendo ofender a nadie, pero seré más precisa. Se trata de ir en busca del personaje más grotesco, de captar el gesto más inoportuno, de detener la imagen en la gente peor vestida o con defectos físicos. Otras veces, ¡horror!, ponen voz a los personajes: indocumentados que sueltan lo primero que se les ocurre o pobres con pocas luces que apenas saben expresarse. El caso es acercarnos la fealdad, lo más zafio del ser humano.

Haciendo una valoración de todo esto, da la sensación de que corren malos tiempos para los guapos y que la vulgaridad se impone. Pondré un ejemplo vivido. Hará unos dos veranos, se presentaron en mi pueblo las cámaras de TVE para pedir opinión a la gente y recorrer sus calles. El broche final al reportaje lo puso el clásico rústico con boina calada hasta las cejas que, como apenas ve, lleva gafas -como se dice vulgarmente- de culo vaso. El caso es ridiculizar al pueblo y a la gente. Pondré otro ejemplo todavía más representativo: la retransmisión de la ofrenda de flores a la Virgen del Pilar. Esto va para nota. La representación zaragozana, vestida de regional en imágenes, hay momentos en que llega a ser espeluznante. No sé a qué es debido ese empeño en detener la imagen ante la gente peor vestida, peor peinada, peor maquillada; además de mostrar lo más rutilante en nylon, en cachirulos con greñas, baturras con gafas de sol y la indumentaria regional más desfasada. Nunca veo en TV a toda esa gente bien vestida, bien puesta, esa gente que lleva el traje regional con dignidad y orgullo, que se esmera en el peinado y en los pequeños detalles. Las cámaras jamás acercan el objetivo a esos mantones antiguos para ver de cerca el bordado, no muestran una joya, un peinado en condiciones. El colofón a estas retransmisiones lo ponen los comentaristas, es como si estuvieran en una reunión de amiguetes donde cada uno va y echa la suya.

Suelo ver poca televisión; pero hará dos meses con motivo de no sé qué fiesta en no sé qué pueblo se metieron en los fogones –otra moda la de meter la cámara en las cocinas- de un restaurante. El cocinero tenía una pinta “total”. Me pareció recién salido de una caverna, un ser tosco y primitivo donde los haya; sin embargo la cámara parecía encantada de haberlo conocido. Hace unos años esto era inconcebible. A tipos así los afinaban y cuando se veían en TV se reconocían a sí mismos hasta más guapos. Los menos agraciados tienen derecho a mejorarse, más en estos tiempos que hay tantos trucos y productos para afinar los rasgos. En este caso el colofón final lo ponen los de fuera, esa gente que viene de visita a nuestra ciudad y ve nuestra televisión. ¿No teníais nadie más feo para sacar? Ahí queda eso.

Aquí queda plantada la fotografía de la torre de mi pueblo, lo más bonito de Villamayor de Gállego. La imagen con la que deberían haber cerrado el programa de la Uno de TV. Como dice Azulenca, esa televisión sin anuncios y sin sustancia.

martes, 13 de abril de 2010

JAVI

CRÓNICA PRIMAVERAL (Por Azulenca)


El lunes de Pascua vestida de rojo pasión, a Leire (Pajín se entiende) le devolvieron la voz en el Telediario. Esta vez llevaba aprendida la lección y la soltó de carrerilla, como un papagayo, en su estilo de siempre, por supuesto; concluyó diciendo que las palabras se las lleva el viento, esta orea soflama iba dirigida a los dirigentes del P.P. En este país todo se lo lleva el viento o pertenece al viento. Y como el viento lo arregla todo, lo mejor que podía hacer el viento es llevarse a esta cuadrilla de politicastros.

Después de la Pasión viene la Gloria, por eso esta semana ha sido doblemente gloriosa. Mientras se esperaba con expectación las nuevas cifras del paro, aumentando como siempre; nuestro Zp proponía todo un proyecto de futuro: el cochecito eléctrico. El cochecito eléctrico va bien para el Scalextric, pero no para una España que se hunde; aquí necesitamos una barca fueraborda o en su defecto una patera. Caso Gürtel y el tesorero Bárcenas, esto querían preguntarle a Mariano; persecución de Mariano, Mariano se escapa, Mariano no dice nada y sólo cuando Bárcenas dimite para no salpicar al P.P; sólo entonces, Mariano se coloca detrás de un micro, se siente aliviado con la noticia, ahora sólo necesita Trombocid para evitar el hematoma. Hemos superado con creces la España de charanga y pandereta, ahora estamos viviendo en la España del disparate. Toca hablar de paro y se habla de cochecitos, toca hablar de escándalos y se van a Andalucía para retratarse y rememorar la carta hecha añicos por Don Manuel. Esa carta en la que Aznar presentaba su dimisión. ¡Qué vigor Don Manuel rompiendo la carta! Los años no pasan en balde y ahora a Don Manuel lo transportan en silla de ruedas, seguro que es oficial, lo de Fraga es oficial de toda la vida. Lo triste es oírlo hablar, se ha convertido en una momia parlante con subtítulos. Los de la tele son así; a Leire cuando les interesa la dejan muda y a Don Manuel le ponen subtítulos para que lo entendamos.

¿Y del Pacto de Zurbano, qué? Mucho palacio, mucha mesa, muchas palabras y escasos resultados, como siempre. Veinticuatro medidas, veinticuatro chorradas: después de Grecia irá España, conviene estar preparados.

Otra de Bibiana para la igualdad: suprimir los cuentos de Blancanieves, La bella durmiente y La cenicienta, los acusa de ser sexistas. Pues nada, nada, que fomente la “literatura manga” que iremos manga por hombro. A ella sí que deberían suprimirla, suprimirla por bobezna. Que hagan una colección de cuentos Bibiana; los títulos los pongo yo: La ministra tonta, La miembra ministra, Bibiana necesita un mapa. Una heroína como Bibi daría mucho juego en un cómic. En la primera viñeta Bibi aparece con un mapa para situarse, en otra con unos posavasos dando consejos, en otra con unas pastillitas, en otra con una ley… Toda una vida edificante para hacer cuentos.

La construcción está parada, casi todo en este país está parado; pero el pelo de José Bono sigue creciendo. A Bono le crece la renta, los pisos y los negocios con los semovientes le van viento en popa. Ahora dice que se le olvidó declarar La Hípica Almenara, más 300.000 euros al año le dejan los caballitos. El secreto de Pepe Bono es bendecirlo todo, eso debe ser…

El miércoles al cine. El Escritor. Ni me tensó ni me pareció trepidante, ni nada. De no saberlo, uno no se imagina que haya sido dirigida por Polanski. Hay dos pequeños detalles que para mí son errores de bulto; pero eso sólo pueden percibirlos los que han publicado libros. Tema, lo que se dice tema, hay; pero yo esperaba mucho más. Las actuaciones de Pierce Brosnan y Ewan McGregor tampoco me parecieron estelares, les faltaba garra en ambos casos; pero eso es cuestión de dirección. Lo dicho, esperaba más de esta película.

viernes, 9 de abril de 2010

A la manera de Kavafis (Antonio Envid Miñana)


No digo: “Iré a otras tierras, a otros mares.
Buscaré una ciudad mejor que ésta,
Porque ya sé que en todas he fracasado” (*).

Por mucho que me invites a navegar hacia el Oriente
En busca del reino que para mi está destinado
Aquí por siempre quedaré.


Saldrán todos los trenes, partirán todos los barcos,
Mas no el mío.
Quedaré por siempre en esta ciudad levítica y provinciana.

Aquí he soñado alguna vez
Y mis raíces se hunden en sus plazas.
Pues yo también soy levítico y provinciano.




 
 
 
(*) Puede verse una antología de Constantino Kavafis en Balconcillos, incluído el poema al que remite el presente de Antonio Envid: La ciudad.

jueves, 8 de abril de 2010

RE(A)SIGNACIÓN (Servando Gotor)

Úrsula pasa muchas horas frente al espejo, pensando, contemplando distraída su tez blanca, la melena rubia sobre los hombros; y los ojos, esos ojos tristes de mirada resignada. “Resignación” –recuerda-, eso decía mi abuela materna que había que tener: mucha resignación… y adaptación al medio. Su abuela era darwinista y anticlerical. Claro, que la paterna, que presumía de católica, apostólica y hasta romana (“romana” de Los Monegros), también decía lo mismo: hay que conformarse con lo que Dios nos da. Y le hablaba de Job y su paciencia: “Dios me lo dio, Dios me lo quitó, bendito sea el Señor”. Sin embargo… sin embargo no puedo–insiste Úrsula-: es ya demasiada la carga que arrastro con este cuerpo que no me pertenece.

Y se acuerda de Toño. A Toño, cuando era todavía una niña, ya le llamaban Toño, vestía vaqueros, decía tacos, escupía asquerosos japos y jugaba al fútbol. A los diez, cuando el Chuchín ensayó un primer acercamiento sexual hacia ella por poco le vomita en la cara. A ella le gustaba la Yoli, qué guapa la Yoli. La Yoli quería ser enfermera, y Toño su único paciente. Luego, cuando vino la regla, decidió que aquello no podía seguir así. Y al cumplir los quince le pidió a su madre como regalo una operación de pechos. Qué imbécil, con lo bonitos que los tienes. Mami, que lo que quiero es deshacerme de ellos. Jesús, María y José. Total, que pidieron un préstamo, le quitaron los pechos y se sometió a un tratamiento hormonal… Qué ilusión su primer bigote moteado por la espuma de la primera caña, difuminado por el humo de una buena faria. Porque Toño tenía que fumar farias, muchas farias, como sus abuelos. Al fin consiguió la ansiada reasignación de sexo. Y ahora Toño, don Antonio, es todo un señor que fuma puros y va los domingos al fútbol con su almohadilla bajo el brazo (sí, como sus abuelos).

Ay, Úrsula, y sin embargo tú… Para tu fealdad no hay reasignación que valga. Lo tuyo es sólo resignación. Nada más. Y vuelve a mirarse en el espejo. ¿Por qué? ¿Por qué Toño sí y yo no? Porque en la vida no todo tiene arreglo, Úrsula, por eso.

Y el médico del pueblo, aunque se autoproclamaba vanguardista, sonrió: “la vejez iguala a guapos y feos”. Incluso le dio un consejo de un dramaturgo italiano: Úrsula, no te aflijas, “nuestro hoy está condenado a parecer mañana una simple ilusión”. Vaya frasecita, tenía miga. Pero le recordó a sus abuelas y arremetió contra el doctor: oiga, yo he venido aquí para una reasignación, no para una resignación. Y él: Úrsula, soy médico, sólo médico, no puedo hacer milagros, quizá, quién sabe, quizá si hubieras venido antes, de más niña… pero ahora ya es tarde, demasiado tarde. Cierto que has nacido en un cuerpo equivocado: uno cincuenta de estatura no se corresponde con tu mente. Y la cara, también es verdad: tu “face” no habría tenido remedio ni siquiera entonces. Hazme caso: la felicidad no sé en qué consiste, pero sé que el dolor lo produce la insaciabilidad de un absurdo inconformismo. Además… además también tienes tus atractivos, algo confusos, sí, nebulosos quizá, pero los tienes. Mira, mírame a mí, fíjate: tampoco mi cuerpo se corresponde con mi mente. Yo tengo cabeza de un playboy millonario de veinticinco años, ¿sabes? Y sin embargo la vida me ha deparado el cuerpo de un pobre, de un humilde médico de pueblo que envejece. Los veinticinco sólo los tuve una vez.

Úrsula se mira al espejo y, a veces, disfruta con su hermosa melena rubia reposando brillante sobre unos hombros perfectos y entonces descubre ese atractivo algo nebuloso y confuso, quizá, pero atractivo al fin. Y su mirada. También su mirada triste es bonita.



(El Comarcal del Jiloca, 02/04/10)

miércoles, 7 de abril de 2010

EN LA TRASNOCHADA 15 (María Jesús Mayoral Roche)


Villamayor de Gállego, 6 de abril de 2010

En la trasnochada la luz se alarga, vamos hacia el verano. Las propuestas turísticas despegan en mitad de la crisis; aunque la oferta que va a batir el record este año va a ser el Camino de Santiago, todos a ganar el Jubileo. En esta trasnochada voy a contar mi peregrina experiencia, más inhumana que divina.

Tengo una “amiga” obsesionada por hacer el Camino de Santiago una y otra vez, para ella es una meta espiritual desde que se leyó el libro de Shirley MacLaine, en el que relataba sus vivencias haciendo el Camino de Santiago. Le emocionó tanto aquella lectura, que se empeñó en que me lo leyera. No pude terminarlo. Opino que las experiencias espirituales jamás deben contarse; este es el primer principio. De hecho los más grandes profetas de la historia no dejaron nada escrito: Buda, Jesucristo. Añadir, que lo que nos relata Shirley MacLain es un cuento de ciencia ficción a lo bestia que no aporta nada nuevo, salvo la fantasía. Reconozco que soy una mujer de fe, pero nunca me he sentido atraída por el Camino de Santiago. La vida del peregrino es muy dura y eso de pasar penurias y estar a expensas de los rigores climáticos no me va, tampoco me va dormir en albergues ni llevar cargas a la espalda. No obstante, esta “amiga” fascinada por el libro de la MacLaine, me convenció para hacer un tramo del camino: Somport-Jaca, el más duro.

Quedamos un viernes por la tarde en la antigua estación de Agreda para ir a Jaca en autobús. Mi sorpresa fue mayúscula al verla aparecer cayado en mano, con la vieira colgada de la mochila y toda una serie de distintivos peregrinos en los aparejos que llevaba. Nunca la había visto de esa guisa. Lo cierto es que aquella presentación me pareció poco seria. A eso de las tantas de la noche llegamos a un albergue que hay en Somport, un alma nos abrió la puerta, nos cobró y pasamos allí la noche. En cuanto amaneció nos echamos al camino, porque aquello era echarse al camino; meterse entre el fango y las ovejas, cuesta abajo y en ayunas. Un montañero apareció y mi “amiga” con gran regocijo le dio los buenos días del Camino. Él contestó secamente que no hacía el camino, que él hacía senderismo. Llegamos a Canfranc y desayunamos en un bar, poco rato, a mi amiga se le enfriaban los miembros y luego no podía caminar. Aquello comenzaba a no gustarme, eso no era lo que me había contado del camino, no era lo convenido. Esas no eran las condiciones que yo había puesto y ella había aceptado. Cada uno conoce sus limitaciones y yo conozco las mías, yo no puedo correr o ir a marchas forzadas, y cuando ando necesito comer. Pues bien, a marchas forzadas llegamos a Villanúa. Los pies, que en la vida me habían ocasionado problemas, me pedían auxilio: estaba machacada. Mi “amiga” daba por sentado que esto me iba a pasar; aunque eso no era lo que ella me había contado. Como estimó que yo estaba mal y que no podía seguir andando, ella decidió seguir adelante a su paso sin decirme más. Yo, como pude, seguí adelante sola. Ni un alma en el camino y las flechas del Camino mal indicadas. En aquellos momentos me sentí desfallecer y me preguntaba si era posible lo que me estaba pasando, si era real. Me di cuenta de que estaba completamente sola y que cada paso era un dolor. Entretanto mi “amiga” había desaparecido. Después de perderme, como pude, llegué a Castiello de Jaca; allí estaba mi “amiga espiritual” sentada en una piedra comiéndose un melocotón. Le pregunté si íbamos a comer en Castiello y me respondió que ella se daba por comida y que se iba a Jaca para reservar sitio en el albergue. Para terminar de adornarla, añadió que cogiera el autobús para ir a Jaca y que una vez allí preguntara dónde estaba el albergue. Valoré la posibilidad de cabrearme y estimé que no iba a servirme de nada, preferí tomarme aquel suceso como una lección más que nos da la vida. Pero en cuanto llegué a Jaca le dije: lo siento no puedo seguir, mañana me voy a Zaragoza.

Esta es mi experiencia del Camino de Santiago. Decir que se me cayeron las uñas de los pies y que durante dos años colearon las secuelas de este episodio en mis dedos. Desde entonces todos estos seres superiores que se declaran espirituales me dan miedo. Lejos de lo que se pueda pensar no dejé de ser amiga de este ser espiritual, todo un ejemplo de ir a su bola.

martes, 6 de abril de 2010

CRÓNICA PASCUAL (Por Azulenca)


Los períodos vacacionales suelen ser aburridos en noticias. Playas, carne tendida al sol, procesiones, cera, pasos, saetas y alguna referencia vaticana. Los políticos se han ido de vacaciones y lo único que importa es el tiempo, la ocupación hotelera y el tráfico.
´
Pero siempre hay algo que contar. Tere Fdez de la Vega, disfrazada de madrastra de Blancanieves, se ha ido a Haití de vacaciones. Tremenda la imagen de la Vicepresidenta menos Vice con los pelos revueltos y tiesos ante las cámaras, tras su efigie, a modo de decoración institucional la bandera española y la bandera comunitaria junto a unas palmeras, de lo más relajante. Esta forma de hacer turismo solidario que tiene la Vice llega más al bolsillo del contribuyente que al corazón de los telespectadores: un turismo solidario que pagamos entre todos. Mientras Tere ejerce de mujer solidaria, Zp se va a descansar a Doñana, nada de procesiones y mucho relax, familia y tortillas de camarones, por lo visto va ciego perdido por comer tortillitas. Espero que la ingesta de estos crustáceos y unos días de descanso le alivien en medio de la zozobra que el país vive gracias a su mala gestión. ¿Se imaginan a Zp devorando tortillas de camarones?

Últimamente me fijo, bueno, no sé si me fijo o más bien las cámaras muestran algo más la figura de los criados de La Moncloa. Otros que descansarán después de tanto trajín abriendo y cerrando puertas, de paso, aprovecharán para quitarse ese uniforme que les confiere esa pose envarada de siervo que sirve a un gran señor. Sería interesante hablar con ellos, seguro que tienen muchas cosas que contarnos. Servir a un ser supremo como Zapatero, casado con una mujer tan solemne como Sónsoles, progenitores A y B de dos hijas góticas da para escribir una novela de terror.

Y mientras la Vice hace turismo solidario en Haití y Zp come tortillas de camarones en Doñana, los presos cubanos han decidido morir de hambre en la cárcel antes que vivir sin libertad. Pero en España los de la pandilla de la Zeja, esos que tanto apoyaron a Aminatu Haidar, no han querido saber nada de estos pobres cubanos que están muriendo de hambre para llamar la atención al mundo de que el régimen castrista viola los derechos humanos. Está claro que hay activistas de primera a los que dan premios y homenajes, y por el contrario hay activistas de segunda que se declaran en huelga de hambre en las cárceles cubanas y aquí nadie dice nada. Aquí cada uno ve lo que quiere ver, lo que le interesa ver.

En estas últimas semanas se me está quedando cara de haba cuando veo el Telediario de la Uno, esa televisión sin sustancia y sin sentido. No recuerdo si fue el Jueves o el Viernes Santo, cuando oigo la noticia de la creación de una cofradía laica que titulan “quince más uno”. A ver, que me lo expliquen, cómo se digiere una noticia así. A este paso y con tanta noticia laica vamos a acabar con conmoción después de cada Telediario.

Como no puedo digerir tontadas así, para hacer terapia me fui a comer a un buen restaurante que quiero recomendarles. Garum. En la calle Andrés Piquer nº 8 (Zaragoza). La carta ofrecía menú degustación y me incline por esta elección, todo un acierto. Después de una comida opípara, regada con un buen vino, las cosas se ven de otra manera. Pero las tontadas siguen siendo tontadas, aunque lo diga el Telediario.
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