CRÓNICA ESTIVAL (Por Azulenca)

Leire se iría de farra con Soraya del P.P. Eso declaró la Pajín al periódico El Mundo en uno de esos rellenos dominicales. A mí me da mucho que pensar esa elección. Yo, particularmente, no me iría con ninguna de las dos, porque con esas compañías sólo se puede aspirar a dar una vuelta de campana. No sé… Salir un fin de semana, de noche y con un ser superior como Leire no me da buenas vibraciones. ¿Y si Leire se pone en trance estando de farra y empieza a relatar encuentros planetarios? El resultado puede ser electrizante. Vamos, que lo mismo Soraya deja de poner la cara en diéresis y se tiene que ingresar ella solita en Urgencias con el síndrome del amigo invisible. Tampoco me imagino a esta pareja entrando en un bar y pidiendo una de papas y dos vinos, y mucho menos, remojándose el gaznate con unos cubatas y echando mano de una de panchitos. Supongo que Leire dijo esto como podría haber dicho cualquier otra cosa, hablar por hablar que eso a ella se le da muy bien. Además, para qué va a salir con Soraya de marcha si ella ya tiene una pandilla la mar de maja, con Zerolo, Trini y Bibiana tiene más que de sobra para correrse una buena juerga.
Desde que los políticos se han ido de vacaciones me siento más tranquila y segura, ver el Telediario en los últimos meses ha sido muy duro, brutal. El verano siempre resulta reconfortante. Las imágenes de las reales regatas en Mallorca y el posado de las infantitas cogidas de la mano junto a los príncipes, eso ya es otra cosa, ver tanta candidez en medio de tanta crisis, tanto paro y tanto ERE devuelve el glamour a la corte nacional y todo el país parece sentirse mejor. Hasta se olvida uno de los trajes de Camps, de los bolsos de Rita y del caso Gürtel. El bombazo del verano ha sido que Doña Letizia se ha bajado por fin de los tacones. Me parece muy bien: el exceso de altura puede causar vértigo y ella no tiene ninguna necesidad de auparse. Quizá fuera una buena solución dar más vacaciones a los políticos y a la Familia Real más trabajo. No sé, no me hagan caso, sólo es un pensamiento sin importancia. El verano es la época más propicia para fantasear y fantasmear.
A mí que me gusta tanto viajar me pregunto a qué agencia de viajes irá nuestra vicepresidenta más vice, María Teresa. He visto todo su periplo Iberoamericano y desde luego es todo un viajazo, un privilegio más digno de un virrey de aquellos de la antigüedad que de una vicepresidenta de estos tiempos. La veo en todo el esplendor de una embajadora, con el guardarropa de una primerísima actriz internacional y lo que me llama la atención es el recibimiento que le hacen los lugareños; debe ser emocionante presenciar toda esa coreografía y ese colorido, la cultura gastronómica me figuro que también será para nota. Este trabajo estival de María Teresa debe ser agotador, ¡qué dura es la vida del político! Envidio la fortaleza de esta mujer que, a pesar de su delgadez y de su duro trabajo, aún le queda tiempo para atizar contra los Populares allá donde quiera que se encuentre. Increíble nuestra vicepresidenta más vice.
El que está en forma y de qué manera es el expresidente Aznar. Lo he visto en una revista ejerciendo de abuelo en bañador y vaya cuerpazo que se le ha puesto, incluidas las chocolatinas. Bueno, creo que me he pasado un poco diciendo cuerpazo dada la estatura que tiene, pero tampoco es para decir vaya tipín que se le ha quedado. Maldades aparte, eso sí que es trabajarse el cuerpo y lo demás tonterías. Está claro que cuando José Mari se pone a hacer lo que sea lo hace a conciencia. Anda, que si coge él la crisis por banda estaríamos a estas alturas en el pleno empleo y vendiendo más pisos que nunca.
Feliz verano.